domingo, 5 de junio de 2011

(544*) .-

La noche nos cubría con su manto, las estrellas guiñándonos, la brisa golpeando nuestras caras, todo parecía perfecto... Sólo ella y yo; caminando bajo la luz de la luna por un sendero nada transitado, sólo ella y yo...
Pero, ¿de qué me servía tenerla tan cerca... y a la vez tan lejos? No podía siquiera tomarle la mano gracias al miedo dentro de mí... (¡Sí, gracias miedo!), no podía mirarle sin que un suspiro saliera de entre mis labios, pero no podía evitar mirarla y sonreír, perderme en sus ojos y sentir que no me faltaba más nada, no podía contener éstas malditas ganas de abrazarla, susurrarle al oído "Te quiero" y hacerle sentir lo mucho que significaba para mí... Simplemente no podía.


- ¿Qué ocurre? - Preguntó ella.


Un escalofrío recorrió mi cuerpo, un mini-infarto en mi corazón. Me percaté de que habíamos estado caminando en círculos por casi una hora; ambas sin decir nada...


- ...Te noto pensativa. - Continuó - ¿Pasa algo? -


Y, ¿qué podía responderle? Si ELLA era lo único que me pasaba, lo único que me ocurría...


Suspiré. No dije más nada y simplemente la abracé.


El tiempo se detuvo, todo a mi alrededor se desvaneció, sólo estábamos tú y yo... No hicieron falta palabras; todo quedó resumido a ese momento.

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