sábado, 20 de agosto de 2011

(617)* - Hace 5 meses...

Hoy me atrevo a decir que soy una persona completamente diferente a lo que era hace 5 meses. He crecido, he aprendido, he errado, he llorado, he caído, me he levantado, he reído, me he enamorado, he sufrido, me he sentido sola, he renunciado, he recaído, me he decepcionado, he madurado... He vivido.


He crecido física, psicológica y emocionalmente. He aprendido que el tiempo puede ser tu mejor amigo o tu peor enemigo; que la distancia no significa nada cuando una persona significa todo; que la paciencia es un don, pero también  una virtud que se aprende; que la gente es falsa y la mayoría de las veces no son lo que nosotros creemos; que hasta tu propia sombra te dejará solo en las noches obscuras; que nada vale una victoria si no nos esforzamos para ella; que así sea una pequeña y única mentira, duele más que si te cayera un mundo encima; que confiar en alguien no es simplemente contarle todo sobre ti; que un abrazo vale mucho más que un beso... He aprendido a respetar las opiniones ajenas; a sentir empatía por la gran mayoría; a decir lo que siento, a expresarme; a valorar a las personas y también las cosas...
He errado, pues soy humana... Pero también he aprendido en no escudarme en ello. 
He llorado, como expresión de mis sentimientos, como flujo de mi enojo, y también de mi tristeza... He llorado por alguien; pero he aprendido que eso no me hace una persona débil, sino todo lo contrario. 
He caído, he tropezado. Y he aprendido a quitarme la venda de los ojos que me impedía ver esa mano dispuesta a ayudarme. También me he levantado; he dejado el pesimismo de lado y he estado dispuesta a superarlo, a salir adelante sola... 
He reído, pues la risa en sí es esencia de vida. He reído porque sé apreciar esos pequeños pero buenos momentos rodeados de la gente que estimo. He reído porque la risa es el mejor escudo para afrontar cualquier batalla.
Me he enamorado, sí. Me he enamorado de quien menos lo pensaba... Me he enamorado, temerosa e insegura, pero he aprendido que enamorarse no es pecado, que no es sinónimo de sufrimiento, que no son ataduras ni cadenas, sino libertad. Me he enamorado no porque haya encontrado a la persona perfecta, sino porque he aprendido a ver en una persona imperfecta, miles de virtudes. Me he enamorado, y no, no tengo miedo. 
He sufrido de mil y un maneras, y eso no significa que esté en el hoyo, no... He sufrido porque es parte de la vida.
Me he sentido sola, pero también he encontrado ese "yo interior" que me hace saber que no es así. Me he sentido sola y me he dado cuenta que la soledad no es tan mala como todos piensan... 
He renunciado y he recaído, pues no soy tan fuerte como probablemente todos creen; no soy de acero, sigo siendo humana y los errores me pesan, las caídas duelen, los raspones hieren. 
Me he decepcionado de tantas cosas, pero así mismo he abierto un poco más los ojos a ésta triste realidad. Pero, sobre todo, he madurado... Así sea un poco que apenas sea notable, pero lo he hecho. Y estoy orgullosa... Porque he vivido.

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