De las casualidades de la vida, a la respuestas
sencillas, uno encuentra su más preciado tesoro que no había tenido oportunidad
de encontrar. Y sí, yo quiero pensar que encontré el mío, una persona muy especial para hablar, para sentir, para
vivir...
No se por qué razón o con qué facilidad nació éste sentimiento, pero si de algo puedo estar segura, es que salió del corazón. Son sólo respuestas a
la metáfora obvia, como una flor con aroma a distinción de todo; sólo amor con
una pizca de pasión en una historia que revela y nos enseña que sí, existe el
amor, que es algo que no lo corta nadie, tal vez alguien te puede cegar,
encerrar, cortar, matar en su caso mas trágico, pero el amor no es una cosa que
se va, menos cuando es tan fuerte… cuando ya haz pasado por una amistad, donde
la compresión lo es todo, el entendimiento ya es algo de cada día y un "te quiero" es la palabra que corona nuestros días…
El amor ya es el siguiente paso, un eslabón arriba. Es celebrarlo con un “Te amo”; palabra célebre que en
estos días ya no tiene sentido alguno para muchos… incluso algunos no la sienten más, no les nace del corazón. A mí, a mí me nace con toda sensación, con su más mínima provocación, la conspiración de un atardecer en mi corazón me
provoca esa reacción de amor, lo más tierno que ella saca de mi, el lado que a
nadie muestro, sólo a ella porque, en tampoco tiempo, se ha convertido en dueña de todo lo que soy y poseo.
Tal vez la inspiración no sea de un gran escritor,
pero como siempre lo he pensado así: “El valor de hacerlo, es la intención mas
valiosa”.
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