Aprendí que no hay que darle "tiempo al tiempo", simplemente hay que tener paciencia, saber esperar y dejar que las cosas fluyan a su ritmo propio.
Aprendí que los amigos no se pierden o se van, sólo terminamos por darnos cuenta de quienes son esas personas que valen la pena o con quienes podemos contar realmente.
Aprendí que añorar a alguien no le hace tuyo, que querer a alguien no hará que te quieran de vuelta y que se puede querer demasiado a alguien en tan poco tiempo...
Aprendí que el terreno del mañana es demasiado inseguro para hacer planes, y los futuros tienen su forma de caerse por la mitad.
Y así, con el tiempo... Aprendí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario