Hacía ya 2 semanas que él se había marchado y mañana sería su cumpleaños. ¡Vaya forma de festejarle! Por unos instantes me odié por no poder estar con James en su día especial. Pero bueno, sólo sería en ésta ocasión y en unos días más podría verlo, abrazarlo y todo sería como antes.
James… Parecía que fue ayer cuando nos conocimos, pareciera que fue hace unos momentos cuando nos dimos nuestro primer beso o cuando nos tomamos de la mano y caminamos juntos por el parque… Él era todo lo que yo podría pedir. Y no es que sea yo una experta en el amor, sólo tengo 17 años, pero estaba total y completamente enamorada de James.
Ese mismo día por la noche mi celular sonó y, como lo había sospechado, era él. Su voz tenía un tono serio y al instante lo noté.
Tenemos que hablar – Dijo, después de un silencio monótono.
Enseguida supe que mis sospechas eran ciertas; sí se trataba de algo serio.
-
He estado pensando mucho las cosas, y… - Comenzó – No creo que esto nos esté llevando a ningún lado. Creo que lo mejor es dejar así las cosas y probablemente nunca volvamos a vernos…
Y fue justamente en el preciso momento que sentí que mi corazón se partía, no en dos ni tres, sino en mil y un partes. Fue entonces que sentí que mi mundo se derrumbaba, que mi corazón dejaba de latir, por un minuto sentí que no valía nada. Que todo lo que tenía se había ido por aquel auricular. No tenía palabras, me faltaba el aire, no sabía qué vendría después ni qué haría.
No contesté. Mi única reacción fue dejar caer el teléfono y seguir caminando por la acera en la que iba.
No sé si fueron horas, días, semanas o meses los que transcurrieron. No sé si fueron una o dos veces las que salí de mi habitación después del incidente, lo único de lo que pude percatarme es que mañana sería Año Nuevo y todos parecían muy felices y entusiasmados, excepto yo.
Miré el reloj; justo medio día. Tenía que hacer algo, no podía seguir muerta en vida. Tenía que ser capaz de dejar todo ese posible rencor a un lado, debía liberarme de todo el dolor y seguir adelante. Tenía que hacerlo si no quería hundirme en un abismo sin salida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario